Preparación de un árbol para una exposición: “Buscando el carácter de un Boj”
Texto , fotografías y modelado: Javier Lumbreras Muiño.
Un poco de historia
Cogí en el monte este boj el 31 de octubre de 1995.
Habitaba formando parte del sotobosque de la ribera de un río de la comarca.
Me gustaron su conicidad y la base y movimiento de tronco.
El 10 de Octubre de 1999 lo trasplanté a la maceta que veis en la fotografía.
En el año 2000 comencé a estructurar el árbol, eligiendo las ramas y alambrándolas.
Fue el momento de cortar muchas ramas gruesas, de las cuales sus cicatrices ya cerraron.
Agosto del año 2008:
En todos estos años, sólo se trasplantó una vez. En el 2005 y se eligió este frente que podéis observar en la fotografía.
El boj ha brotado muy bien durante este tiempo. Ya se puede pensar en una formación intentando sacar el máximo partido del árbol.
Una exposición suele ser el acicate para mejorar árboles que teníamos un poco abandonados.
En el presente caso, la exposición de Fuenterrabía, que se celebra en Septiembre motivó
este remodelado, que sin ser intenso, realza un árbol que estaba olvidado.
Estamos a finales de agosto, así que lo que hagamos ha de ser sin molestar al árbol.
Pero se puede hacer mucho.
Desde este otro ángulo la base del tronco se ve mas ancha, y el tronco moyogi gana en relevancia y profundidad. En el presente ejemplo, un solo giro en el plantado hace mejorar notablemente el bonsái.
La primera rama de la izquierda, es paralela a la superior y si bien pudiese ser la principal, creo que bajando la que está justo encima, se enfatiza la curva del tronco.
Además así mostramos el jin que tenemos saliendo de esta curva.
Corto la rama desde la base.
Este boj, tiene abundantes ramas en todos los sectores, el trabajo que comenzó en el año 2000 ha dado desde luego sus frutos y se ha creado una abundante ramificación.
Tantas ramas me permitirán crear una buena copa alta y con volumen.
En estas imágenes vemos el trabajo de aclarado sobre una rama. Eliminamos ramas mal situadas, dejándolas alternas y bien espaciadas para permitir que “respiren”.
Semidefoliado:
Veamos ahora la forma de tratar las ramitas. Tomo como ejemplo esta rama podada.
En el boj salen las hojas opuestas, hay demasiada densidad y el alambrado se hace complicado.
Arrancamos con los dedos tirando de una de cada dos opuestas, así como las que salen hacia arriba o hacia abajo o son muy grandes. Dejo aproximadamente la mitad de las hojas.
Este semidefoliado es básico para conseguir una fina ramificación interior. De este modo llega mas luz a los brotes interiores estimulando y fortaleciendo su brotación.
Después del aclarado y defoliado, llega el momento de alambrar todas las ramas.
Alambro con un poco de holgura todas las ramitas utilizando aluminio. De este modo evito dañarlas.
En las fotos vemos la forma en “abanico” de la vista en planta (izquierda) y la forma de punta de flecha de la vista en perfil (derecha).
Ponemos especial cuidado en las ramas viejas porque son muy quebradizas.
Si alguna se rompe pero queda alambrada, daremos pasta selladora en la grieta y dejaremos que el alambre sujete la rama cerrando la herida. Las ramas del boj sobreviven muy bien a las roturas.
He acabado de alambrar todo el árbol y ahora me planteo un gran dilema. Esa rama baja, la dejo o la corto.
Decisión difícil, porque es una rama de acento. Tiene la función de equilibrar un poco el conjunto, describiendo un ascenso escalonado hasta la copa y de cubrir un tramo largo sin ramas.
Sin embargo y pensando un poco en el futuro del árbol, la elimino.
La cicatriz es un poco grande, quizás tenía que haber esperado a después de la exposición para cortar la rama, ya que no hay que exponer árboles con cicatrices sin cerrar.
Pero no me pude contener.
Repasamos bien el borde del corte con una cuchilla.
Cubriremos las heridas con masilla cicatrizante.
Ha llegado el momento de cambiar el ángulo de plantado y también la maceta.
Limpiaremos bien el tronco sobre todo en la base, el musgo no debe de crecer en el tronco ni sobre el nebari. La corteza del boj, se ensucia con facilidad y se cubre de verdín, de cara a una exposición, es importante limpiar bien con agua y cepillo.
El trasplante:
Estamos en pleno agosto, así que lo que hago es un cambio de maceta y de posición sin apenas tocar raíces.
Busco una maceta que encaje con el nuevo diseño y encuentro dos.
En la de la foto de la izquierda, puedo plantarlo y cambiar el ángulo a mi gusto sin necesidad de deshacer el cepellón ni de cortar raíces. La forma combina bien con el estilo.
La maceta esmaltada es también muy adecuada y el tono se funde muy bien con el del boj.
La decisión es difícil.
Sin deshacer el cepellón, quito la capa superficial con el kumade y recorto las raicillas más superficiales.
Con un palillo acabo el trabajo superficial desenredando raíces y eliminando las más altas.
Así podremos mostrar mejor el nebari. No debe quedar ninguna raicilla al aire después del trasplante.
Por fin me decido por esta maceta. Al ser un poco más ancha me permite realizar el cambio de ángulo sin deshacer apenas el cepellón. Ato con dos trozos de aluminio de 2,5 milímetros.
Relleno de akadama, cubriendo con grano fino de 1 a 2mm la superficie.
Finalmente planto musgo. El musgo agarra bien si se planta a final del verano o en otoño.
Además el árbol permanecerá en un lugar fresco , semisombreado y humedo. Es el tipo de emplazamiento que le gusta al boj y donde mejor va a recuperarse de los trabajos.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta para exponer los árboles es el envejecimiento de la plantación.
Si un árbol está recien trasplantado, tampoco estará seguramente lo suficiente maduro como para exponerlo, pero almenos procuraremos envejecer la plantación, es decir, que dé la sensación de que el árbol lleva años creciendo en la maceta.
Para conseguir un buen acabado de la plantación, es fundamental cubrir la superficie con grano fino y plantar o sembrar musgo en la superficie.
Vemos a menudo árboles plantados en sustratos granulados que no dan sensación de llevar muchos años enraizados.
Este es un aspecto que se descuida muchas veces en las exposiciones.
En dos años o tres este boj habrá alcanzado la madurez para esta formación.
De momento, el bonsái ha encontrado su estilo y ya se puede mostrar.
20 de Abril del 2009 tras la brotación.
Altura: 75cm
Anchura: 50cm.
Diciembre de 2010