El mundo de las Azaleas
Las azaleas, son quizás esos bonsáis que todo coleccionista quiere tener entre sus árboles.
La especie que no puede faltar para aportar colorido en nuestro jardín y regalarnos esas flores en el mes de mayo.
En este artículo, os presento diferentes Azaleas que fueron trabajadas en irunbonsái por petición de sus dueños, quienes vieron como en poco tiempo su bonsái se les había ido de las manos y necesitaba una profunda reforma.
1er. Caso. Azalea 1 de José Luis Catalán
Se trata de una azalea en la que es evidente que hace falta un trabajo, las flores llenan y tapan todo. Parece un florero.
Nos encontramos en el mes de Junio y hemos quitado las flores para poder ver y trabajar el árbol. Este es el frente, con dos ramas primeras laterales muy próximas.
Si nos fijamos bien, además estas son muy gruesas en relación al tronco. Además casi tienen las dos la misma longitud, de manera que forman un triángulo simétrico con el ápice tirando cada una hacia un lado con la misma fuerza y anulando el movimiento.
Corto esa rama gruesa de la derecha que además sale de manera frontal.
En esta vista trasera vemos la rama que crece junto a la que cortaremos.
Es más fina y está mejor ramificada.
Ya está, ya la he quitado. No importa, a su lado crece otra rama más ligera.
Las azaleas crecen con mucha fuerza, sobre todo en la parte baja, porque es la parte fuerte del árbol.
Si no se eliminan chupones y no podamos todos los años, pronto habrá ramas cuyo grosor será excesivo.
No debemos descuidar el mantenimiento periódico de las azaleas.
Detalle del corte, que ahora es ahuecado con la kobukiri.
Debemos rehacer las ramas principales, porque han crecido demasiado y se han vuelto un poco bastas.
Aquí vemos el arreglo y fuerte poda aplicados a las ramas inferiores.
En las azaleas podemos podar drásticamente, porque incluso si dejamos ramas sin hojas, éstas rebrotan con facilidad.
Los tensores, son de gran ayuda para mover ramas gruesas, porque estas son muy rígidas y difíciles de doblar.
Imágenes de la evoludión de la copa.
El aclarado de las puntas es fundamental. De todos los brotes que salen en las puntas dejaremos solamente dos. Los que salgan de manera más horizontal formando una “v”.
Además haremos un aclarado de hojas o semidefoliado, quitando las hojas grandes y la mayor parte de las hojas viejas.
Estos trabajos son fundamentales para permitir que entre luz al interior y mantener el árbol equilibrado y sano.
Detalle de poda en una rama:
He podado la rama paralela y en el extremo he dejado dos saliendo en forma de “V”.
De cada punto han de salir sólo 2 ramas. En este caso salian 3 a la misma altura y hemos dejado nada más que 2.
-Poda del ápice:
Se afinó el ápice eliminando la gruesa rama. Usamos las ramas más finas para reconstruir el ápice.
-Alambrado:
Ahora vamos reconstruyendo todo con ayuda del alambre.
Yo uso el de aluminio, alambrando con mucho cuidado de no romper ramitas. Estas son muy frágiles y pueden romperse al más mínimo roce.
Vamos poniendo orden en la ramificación.
-EL TRASPLANTE:
Los rododendros pueden trasplantarse casi en cualquier momento del año, aunque las mejores fechas son en febrero y tras la floración en junio o julio.
Yo he trasplantado en agosto con resultados igualmente buenos.
Vemos en la foto cómo en la parte trasera del nebari, hay un profundo hueco y de él sale un brote adventicio.
Vemos que el nebari es muy bueno, y vemos asomar el brote por el otro lado, justo donde carece de raíz.
Sacamos el árbol de la maceta. Fijaros en que la maceta es bastante sobria. Las azaleas muchas veces son árboles tan robustos y con tanto carácter como los pinos y se aprecian también por su soberbia estructura.
La maceta de bordes ondulados acompaña bien a las suaves curvas de su tronco.
Los cepellones de las azaleas son muy compactos. Las raices forman como una lana muy fina que no se puede desenmarañar porque se rompe al tacto con la misma facilidad con que se quiebran las ramitas.
Por eso, reducimos el cepellón con unas tijeras o con un serrucho cortando porciones.
Aguantan bien el trasplante y podemos cortar bastante raíz.
Uso una mezcla de mitad de akadama mitad de kanuma.
En las regiones donde el agua es calcárea, será mejor utilizar kanuma sólo.
Formamos una montaña de sustrato allá donde va a ir plantada la base del árbol.
Los cepellones de las azaleas son muy compactos. Las raices forman como una lana muy fina que no se puede desenmarañar porque se rompe al tacto con la misma facilidad con que se quiebran las ramitas.
Por eso, reducimos el cepellón con unas tijeras o con un serrucho cortando porciones.
Aguantan bien el trasplante y podemos cortar bastante raíz.
Uso una mezcla de mitad de akadama mitad de kanuma.
En las regiones donde el agua es calcárea, será mejor utilizar kanuma sólo.
Formamos una montaña de sustrato allá donde va a ir plantada la base del árbol.
Vemos ahora cómo usar ese brote adventicio que sale justo en el hueco del nebari para enterrándolo con ayuda de alambre en la dirección precisa, hacer que enraíce y convertirlo así en una nueva raíz que cubra este hueco y mejore el nebari.
2º. Caso. Azalea 2 de José Luis Catalán:
Esta es una azalea que da flores rosas y blancas. Está construida a base de injertar ramas de diferentes variedades, pero la mayoría de ellas salen de la parte alta del tronco.
Desde este ángulo, el tronco presenta una curvatura mucho más interesante y el nebari es bueno.
La rama colgante izquierda, nos sugiere un estilo inclinado.
Todas las ramas salen de la parte alta del tronco.
Hemos coratado la gruesa rama que salía hacia la derecha en el primer tramo del tronco.
Bajamos las ramas.
-DESPUES DEL TRASPLANTE:
Es un primer remodelado. Hemos cambiado el frente y hemos revalorizado esta azalea, poniendo en descubriendo el bonito tronco y su nebari.
Para ello hemos quitado muchas ramas mal situadas o que eran muy bastas.
En el futuro iremos prescindiendo de algunas otras.
3er. Caso. Azalea de Javier Iridoy:
-Dijo un maestro, que el mejor bonsái es el que tiene las ramas justas.
Este es otro caso de una azalea en la que podemos ver su vigoroso crecimiento.
Hemos de descubrir su esencia.
Javier Iridoy trajo el árbol al vivero, preocupado por las dimensiones que estaba tomando.
Él mismo reconoció que necesitaba una poda severa.
No tenemos que ser tímidos a la hora de podar, siempre que se haga con conocimiento.
La rama de la derecha, demasiado larga y paralela a la superior, desequilibraba la forma del bonsái.
Javier, parece no estar aun lo suficientemente convencido de lo que ha hecho.
Acabamos de podar todas las ramas.
Ahora, podemos alambrar bien y construir una azalea sutil y equilibrada.
Aun habremos de seguir mejorando esta azalea, recordando el precepto en bonsái que dice que “menos es más”.
4º. Caso. Azalea de Juan Bautista Gallardo
antes de eliminar la rama.
Viendo este Rhododendron, podríamos pensar que le falta la rama principal.
Efectivamente, se la hemos quitado. En su lugar, podéis ver la pasta selladora, un poco al frente, porque hemos elegido ese ángulo para mostrar mejor la belleza del tronco.
Ha sido una decisión arriesgada, pero el hecho de que fuera ya demasiado gruesa y de elegir otro ángulo en que destacara más la base y curvas del tronco, nos han llevado a eliminarla.
Hemos girado un poco el frente. Observad que también hemos quitado la hoja vieja
El alambrado se hace preciso para redistribuir la ramificación y cubrir huecos dejados tras la poda.
Hacemos uso de tensores para aproximar ramas.
Hemos conseguido que el tronco cobre protagonismo con su suave movimiento ascendente y sus destacables curvas.
-EL TRASPLANTE
Rascamos el sustrato superficial.
Con un serrucho cortamos el cepellón por la mitad, reduciendo su altura.
Vemos que se han cortado muchas raíces gruesas con el serrucho.
También cortamos porciones como se muestra en la imagen, para ajustar al tamaño de la maceta.
Las raíces de las azaleas forman un bloque compacto que no podemos deshacer, sin romper.
Esparcimos un lecho de arcilla expandida o arlita para cubrir el fondo de la maceta como drenaje.
Con los alambres amarraremos el árbol.
Estos son los componentes para la mezcla:
Akadama, Kanuma y polvo de micorriza.
Posicionamos y atamos fuertemente el cepellón
Qué equilibrio más delicado posee esta azalea.
Otras:
Azalea mame.
Propiedad de Miguel Pomares.
Azalea de Sebas.
-Texto y fotos: Javier Lumbreras Muiño.